21 febrero 2007

Raro en mi

Muchas cosas han pasado desde mi último post. Muy mala alguna y otras buenas, más no son unas compensables con las otras.

Reflexionar es algo que, tal y como vivimos la vida, por lo menos el que escribe, se hace difícil. No por el mero hecho de reflexionar, sino más bien por encontrar un hueco para hacerlo. Últimamente encuentro bastantes ratos , o mejor dicho, me encuentro haciéndolo sin darme cuenta mucho más frecuentemente que antaño y creo que es una de las cosas positivas que me pasan.

No es que en mis reflexiones encuentre respuestas a preguntas que me inquieten o que inquieten a otras gentes, pero si encuentro valores que hacen que esta vida merezca mucho más la pena. Mejor dicho, no es que encuentre valores nuevos, pero si aprendo a ponderarlos de manera diferente.

Cierto es que a estos estados de reflexión se llega en algunas etapas de la vida o tras algunos acontecimientos y que dicho estado no es continuo para la mayoría de la gente, pero creo que puede ser muy enriquecedor para el que lo padece.

En fin, no soy yo el filósofo de la familia (ese es sinclair), ni tampoco me caracterizo por expresarme de forma elocuente (de nuevo ese es sinclair) pero , no se por qué, quería comentarles esto.

Se me cuiden, por favor.